PEDRO SÁNCHEZ EN EL INVERNADERO

Dice Iván Redondo, que antes era gurú demoscópico, fontanero de partidos políticos y general manager of the fucking whole word, que ha frotado la bola mágica - no sabemos si la izquierda o la derecha - y ha visto que Yolanda Díaz será la próxima Presidenta del Gobierno de España y cercanías. Se ve que el gachó se ha abierto cuenta en Linkedin pero no le dan match los partidos del régimen y mira a ver si tirándole los trastos a la gallega se agencia un plato de lentejas para poner en la mesa, que está la cosa peluda. A Yolanda Díaz le puso el dedo de señalar en la frente el Amado Líder antes de coger la puerta y largarse, diciendo: "¿Ves todo esto? Antes era Podemos, era mío y ahora es tuyo, llámalo Yolandemos, pon tu cara en la papeleta y le darás sorpasso al PSOE, queride amigue".  No sé si Yolanda Díaz se lo ha creído, me da la impresión de que al menos en parte sí se ha tragado el embuste pero también me parece que quiere darle otro aire, darle una mano de pintura a los estatutos y construir una organización ex novo, más horizontal sin hiperliderazgos ni testosterona y con muchos unicornios alados. Lo ha dado en llamar "Frente Amplio", que es una cosa a la que habría de darle un pensamiento porque suena a rancio, a antiguo, y no queda bien en este nuevo partido chachiguaypiruli que el nombre recuerde al Frente Popular de 1936 y a la película de los Monty Python, "La vida de Brian". Tampoco sirve ponerle "Yolandemos", claro, porque es un hiperliderazgo muy masculino, testosterónico, además no parece nada performativo y no es queer de esos. Pero, en fin, no nos enredemos con el nombre de la cosa y vayamos a lo mollar, el quién, y ahí mucho me temo que vamos a ver a los mismos, a las mismas y a les mismes que han transitado del sorpasso al tortasso en un suspiro de la Historia.

Cuando los medios de desinformación dieron la noticia de que Pedro Sánchez le había dado el finiquito a Iván Redondo me pareció que se estaba pegando un tiro en el pie pero ahora creo que todo tiene una explicación y como os debo una explicación os la voy a dar, que diría Berlanga. Sabido es que Sánchez no tiene una flor en el culo sino todo un invernadero y a él confía su suerte en la lid electoral, que es lo que le pone verraco y no el trajín del Gobierno, por eso ha urdido un taimado plan para ganar las próximas elecciones y apuntillar a los morados, que los ve como un morlaco tras la suerte de espadas, con las rodillas dobladas y echando sangre por la boca. Verán ustedes, a don Iván, presuntamente digo, le explicó Sánchez su plan, que consiste en convocar elecciones anticipadas en cuanto pase el 40 Congreso del PSOE y se quede como Iglesias se quedó en Podemos, amo y señor del cortijo para hacer y deshacer como le salga de las gónadas. A Redondo le dio un jamacuco de tres pares, se quedó boquituerto y le espetó al guapo que con él no contara para suicidarse, que se había labrado una reputación con la que alimentarse y no iba a tirarla por la borda por los delirios megalomaníacos del Presidente por el que se tiraría por un barranco, ya tú sabes. Así que Redondo le dijo que ahí se quedaba con sus tontás, que él se iba a ver si piropeando a Yolanda Díaz le daban un puesto de gurú en Podemos, ahora que Pablo se ha cortado la coleta y ha dejado vacante el trono. Yolanda Díaz, en este escenario, tiene poco tiempo para armar su Frente Amplio y lo que es peor, está todavía en la fase de reflexión, viendo a ver si abre el debate para empezar a definir la comisión que estudiará el tema; el comunismo siempre ha sido farragosamente burocrático. Por eso, Sánchez quiere laminar a Yolandemos antes de que nazca, una especie de aborto eutanásico políticamente hablando, dándole la puntilla al convocar unas elecciones para las que no están preparados y que les va a coger a pie cambiado. En esto confía Iván para resurgir de sus cenizas políticas, como un Ave Fénix contemporáneo que acudiría a salvar a la gallega y su ejército de Pancho Villa. No obstante, no parece que Yolanda se haya fijado en él, al menos no por el momento, pero no pierdan la esperanza, no todavía.  A mí, personalmente, que soy un cagao, este plan de Sánchez me da vértigo y me parece suicida, pero oigan, yo de política ni papa y como vidente menos.

Pues nada, prepárense, en na y menos nos montan otro circo electoral, "La Fiesta de la Democracia" lo llaman, a ver qué pasa ahora. La última vez tocó repetir la función y por la extrema derecha se nos coló un tumor maligno, muy mal le tiene que ir al falangismo remozado para no rascar algún escaño del descalabro de Ciudadanos y darnos otro susto. No digo yo que Sánchez no vaya a salir victorioso otra vez, ya lo ha hecho otras veces y en peores campos ha goleado, pero tengo un mal presentimiento; la suerte siempre va por rachas y nunca duran para siempre. Si nos dan un estacazo por el extremo centro y nos escacharran el motor irradiador porque nos habremos quedado sin aliados laterales, no por falta de seducción sino por haberlos dejado tiesos, la hegemonía nos la van a meter por el culo y sin vaselina los aguerridos muchachos de Abascal. Y entonces verás tú llorar. Ya lo dice el refranero hispánico, que tiene un proverbio para lo uno y su contrario: "el que nace lechón muere gorrino". Pues eso, que Dios nos pille confesaos.

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