¿SOMOS DE IZQUIERDAS?
Con los mimbres del marxismo, el gramscismo y sobre todo del laclausianismo es como se construye el izquierdista de hoy a fuerza de performar mucho porque si algo caracteriza a la izquierda contemporánea es su incansable performatividad. Si ustedes se están preguntando qué es esa mierda de "performar" que tengan claro que son unos rojipardos, socialfascistas y no honran la teoría marxista como Dios, o sea Antonio Maestre, manda ¡Disidentes! Hay que hacer un paréntesis en este momento para recordar la mítica escena de "La vida de Brian" de los Monty Python en que los miembros del Frente Popular de Judea califican de "disidentes" a los miembros del Frente Judaico Popular, el Frente del Pueblo Judaico y la Unión Popular de Judea. Es lo que tiene la izquierda chachiguaypiruli, que es centrífuga además de performativa y va echando del núcleo irradiador a los impuros de fe, a los desviados del dogma y a los quintacolumnistas de la disidencia rojiparda. En esta depuración incansable de las verdaderas esencias de la izquierda fetén se puede encontrar la ontología del argumento de la película "Los Inmortales" - en inglés, "Highlanders", en una traducción literal "Montañeses", en román paladino se refiere a los habitantes de las tierras altas de Escocia, las "Highlands", esos celtas asilvestraos con falda a cuadros y gaita al hombro ¿Recuerdan al inefable Juan Sánchez Villa-Lobos Ramírez? Es un golpe en las gónadas, si lo piensan bien -, es decir, que al final "sólo puede quedar uno"; por ahora va ganando Echenique, deberían darle un pensamiento a esto. Al final es lo que se consigue con las depuraciones y las purgas, que se quede uno solo con el cofre en que se guardan las esencias de la izquierda, escondido en una cueva lóbrega y oscura, como el Gollum de "El Señor de Los Anillos", acariciando su tesoro. Mientras tanto, los diversos Mesías que aparecen como setas en otoño van hablando de tender puentes para construir la unidad de la izquierda de abajo a arriba, al centro y p'adentro. La unidad de la izquierda es mitología, un cuento de hadas destinado a llenar muchas páginas de libros que acabarán en las estanterías de "Ciencia Ficción", como dicen los modernos, "Syfy", o en las baldas de "Religiones", elija su aventura. Los historiadores del siglo XXX dirán que en el siglo XXI anduvo hollando la Tierra de Conejos el Salvador del Mundo, el Mesías revenido - de que ha revuelto, que volvió otra vez, ustedes ya me entienden -, pero será un palimpsesto de los múltiples Mesías que hozaron en su propia mierda como gorrinos en cochiquera; esto ya ha pasado antes, no se crean, está todo inventado. No sabemos aún si la egregia figura de Echenique configurará el núcleo irradiador de la figura del Mesías de la izquierda pero yo creo que ha acumulado ya muchos puntos como para poder postularse con solvencia. Total, que ya estamos con la vieja cantinela de "la unidad de la izquierda", por supuesto de la izquierda a la izquierda del PSOE, esto es así, que es el último clavo ardiendo al que se quieren agarrar los damnificados del tortasso, que se quedaron con lo puesto cuando el sorpasso que predecían las encuestas no se produjo. Por supuesto, la tan cacareada unidad de la izquierda se hará sin siglas ni egos, claro que sí, guapi.
La respuesta a la pregunta que nos hacíamos en el título de este post es ya a estas alturas evidente: NO. No somos de izquierdas, somos unos vendidos al kapital, unos traidores a la clase obrera y unos destripaterrones del marxismo de salón de té. Lo mejor que nos puede pasar es que Maestre nos mande a un Gulag a picar piedra como cabrones, nos lo merecemos, por fachorros. Pueden ustedes hacer algún punto, a ver si se salvan, yéndose a vivir a Vallekas, que es un barrio de Madrid, que es España dentro de España, porque bajarse a la esquina del barrio del extrarradio de la ciudad de provincias en la que viven no les va a servir para nada, aburguesados de mierda. Aclámense a Echenique y síganlo en las redes sociales, que ahí hay mucho que rascar, que él es la luz y el camino, háganme caso si se quieren salvar y no acabar conmigo en una cantera de sal en Siberia, rodeado de trotskistas exsoviéticos en camiseta imperio. Ha sido un placer conocerles, iba a decir que les enviaré una postal pero no creo que pase la censura, así es que...

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