EL ATAQUE DE LA REMOLACHA ZOMBI

En un acertadísimo gag del programa "Polònia" en la televisión autonómica catalana, TV3, se parodiaba al expresidente del gobierno, Mariano Rajoy, que aseguraba que su caótica forma de hablar - ya saben aquello de que "es el vecino el que elige al alcalde", "las máquinas no hacen máquinas" o "no es cosa menor" - obedecía a una estrategia de comunicación mediante la que el humor servía de cortina de humo para ocultar sus políticas neoliberales. Muchos creímos en su momento que don Mariano había llegado a la cima del humor político y pensábamos que no era posible superar en ingenio y gracia al gallego pero estábamos equivocados. Su sucesor, muy a pesar de Rajoy, Pablo Casado, ha superado con creces la marca establecida por él y ya transita hacia un mundo inexplorado de la risión máxima. Los programas de humor político, que habían visto en M. Rajoy un filón inagotable de chistes, memes y sketches, andaban cabizbajos tras su repentina e inesperada defunción política y Pablo Casado no estaba, al menos no en un principio, a la altura del socarrón pontevedrés. Y el resto de líderes políticos, siendo más o menos parodiables, no llegaban a alcanzar el grado de excelencia del nunca suficientemente llorado líder de la derecha hispánica. Había un hueco enorme que no se conseguía llenar ni con las declaraciones posmo de la izquierda cuqui, ni con las bravuconadas de la ultraderecha rancia, ni con la pose perdonavidas de la izquierda a medio cocer, ni con las meadas fuera de tiesto de los partidos nacionalistas, ni con el hundimiento por fases del partido camaleón fundado por Albert Rivera. Un sindiós que se ha terminado cuando Pablo Casado se ha decidido a coger el toro por los cuernos e introducir el esperpento más valleinclanesco, mezclado con unas gotas berlanguianas y una pizca de surrealismo, en la política española para ocupar el vacío en la cima del humor político.

El líder del PP nos ha regalado una serie de hits del humor en las siguientes cuatro píldoras hilarantes. Uno, "Elbrikindans" (risas), ha dicho Casado que: "El Gobierno ha pasado de la Coalición Frankenstein a la Coalición Drácula. A todo el que muerde acaba siendo un zombi como él". Es un homenaje al cine de terror, sobre todo al de monstruos, ya que partiendo de la criatura de Frankenstein, atraviesa el siempre sensual mundo del vampirismo para acabar revolcándose en el universo zombi. El problema es que no tiene ni idea de lo que está hablando y confunde el culo con las témporas, de ahí lo surrealista de su declaración, ante la que palidece aquella de don Mariano en que nos dijo que: "Tenemos que fabricar máquinas que nos permitan  seguir fabricando máquinas, porque lo que nunca van a hacer las máquinas es fabricar más máquinas a su vez". Dos, "el crusaito", no sé qué le pasó por la cabeza, si es que por ahí pasa algo, al líder del PP cuando dijo en un mítin que: "El campo de Palencia ha sido atacado. Ha sido atacada la remolacha. Yo he vivido cerca de Monzón. Los años tan difíciles que han vivido, como para que ahora vengan a decir que el azúcar es veneno". La cuestión es por qué escribe las frases en pasiva, quién ha atacado al campo de Palencia y a la remolacha, y lo que es más inquietante, qué aporta al relato del ataque el hecho de que él, Pablo Casado, haya vivido - no indica cuánto tiempo - cerca de Monzón (Huesca); vale, que se refería a Monzón de Campos (Palencia) donde había una azucarera que años ha cerró, ñi, ñi, ñi, ñi ¡Siesos! Nunca lo sabremos, tal vez no lo sepa ni él pero como dijo el filósofo: "esto no es cosa menor, o dicho de otra manera, es cosa mayor". Tres, "el maiquelyason", Casado ha afirmado a pie de calle, respondiendo a las preguntas de los periodistas, que: "Vamos a votar el domingo para gobernar en solitario (Castilla y León), para gobernar con las manos libres, para que no haya impuestos, no haya pactos con Bildu, aquí no mande Esquerra (ERC) ni mande Podemos". De estas promesas tiene cuatro ya cumplidas, sin bajar del autobús, porque seguro que en Castilla y León se votará el domingo, que es la fecha establecida en el BOE para las elecciones autonómicas que convocó el actual Presidente, que si no me equivoco es del mismo partido que don Pablo; no habrá pactos con Bildu ya que esta formación sólo se presenta por las provincias de Euskadi; no mandará Esquerra (ERC) porque este partido solo se presenta en Catalunya, la Comunitat Valenciana y Sas Illas Balears; y no mandará Podemos porque en el mejor de los casos las encuestas le otorgan 3 asientos, absolutamente insuficientes para mandar. Con lo de gobernar con las manos libres no sé a qué se refiere, debe de ser que hasta el momento las tenían atadas, váyase usted a saber; lo de gobernar en solitario dependerá de si Vox quiere entrar en el Gobierno o no, eso en caso de que les den los números. Y lo de que no haya impuestos lo tiene francamente mal, la verdad, fundamentalmente porque no depende del gobierno autonómico. Y cuatro, "el robocop", le ha dado al barbado líder del centro-derecha por reivindicar el vino, como hizo don Mariano con aquel grito ancestral: "¡Viva el vino!" o el insigne estadista, José María Aznar, con aquello de "¿Quién le ha dicho a usted que yo quiero que me digan cuántas copas de vino me puedo beber?", dejando esta frase lapidaria digna de los Monty Phyton: "Nosotros apoyamos el sector del vino (...) no estamos a favor de que el Gobierno de España lo demonice e incluso diga que el vino es una droga y ataque a la agricultura y la llame esclavista". Otro ataque a la agricultura, ahora en un doble frente, el del vino y el del esclavismo, del Gobierno Drácula que va zombificando a quien muerde. Lo del vino es entendible porque la supina estupidez que agosta los yermos predios de la izquierda laclausiana conduce a su grey rumbo al abismo de la inanidad y la anomia pero bueno, todo pasa y nada queda pero lo nuestro es pasar, que dice el poeta. Pero lo de que le parezca mal el esclavismo y más en el agro es para que se lo haga mirar porque si se fija bien su partido lleva en el ADN esa reivindicación.

Pablo Casado es M. Rajoy con menos gracia pero con más profundidad de risión, eso sí, no nos reímos con él sino de él, que quede claro. Porque lo que dice por ahora se parece más a los delirios de IDA que a la socarronería deLa Trotona de Pontevedra, que por lo menos iba sobrado de ingenio y de vino. No sé en qué momento empezó está transformación ni adónde conduce, qué resultará de la mutación si una aberración o un humorista de fuste. En todo caso, sea como fuere, si Mañueco se la pega el domingo el destino de Casado habrá quedado sellado y en un suspiro estará pidiendo el finiquito como Albert, a tanto por mes trabajado y como establezca la reforma laboral pero la buena, la de pata negra, la de cinco jotas, la de 2012. Pero con vino, así cuando os muerda Pedro Sánchez no os transformareis en zombis sino que él se irá borracho. Nos vemos el domingo en Monzón pero de los campos.



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