UCRANIA Y LA DECADENCIA DE OCCIDENTE
A nadie se le escapa que el principal objetivo de Putin era plantear un órdago a la OTAN y que buscaba un enfrentamiento directo con los Estados Unidos de Norteamérica para plantear la dicotomía de la guerra fría. En ese escenario, la UE es irrelevante y pese a que tanto Putin como su ministro de Esteriores, Lavrov, han celebrado reuniones bilaterales con distintos presidentes de diferentes Estados de la UE, que esa es otra, todo se debe a una estrategia para ahondar en las divisones europeas no para minar a la UE, que ya digo que en este lío no pinta nada, sino para socavar el dominio estadounidense en el viejo continente. Y ahí está cuando llegan los soplagaitas profesionales con sus performances laclausianas a ver si paran la guerra dando abracitos amorosos y regalando besitos a las tropas rusas, que es que hay que ser gilipollas. Ucrania juega en este teatro de operaciones un papel fundamental ya que el golpe de Putin sobre la mesa es un aviso a navegantes que indica que la paciencia del ruso se ha acabado y que no va a tolerar más injerencias estadounidenses, perdón de la OTAN, en su patio trasero. Miren ustedes cómo se pusieron en los USA en 1962 cuando la extinta URSS envió unos pepinos nucleares a la Cuba de Fidel Castro, que se mascó la tragedia. Pues aquí es lo mismo, la OTAN ha ido plantando sus zarpas en algunas de las repúblicas exsoviéticas, como Estonia, Lituania y Letonia, por poner algún ejemplo de tocada de huevos. Y eso no puede tolerarlo el oligarca ruso por obvias razones de geopolítica porque si deja que le arruguen sin resistencia en unos años Rusia entra en la órbita estadounidense en calidad de colonia. El gobierno ucraniano ha medido mal sus fuerzas y ha pensado que Putin no estaría tan chalado como para provocar la Tercera Guerra Mundial pero como han podido comprobar al ruso se la suda todo. Para colmo han tramitado por la vía urgente y por triplicado la solicitud para incorporarse a la UE, que a ver si ahora van a admitir a un país que no solo no cumple ninguno de los requisitos de acceso que nos exigieron a los demás sino que encima está inmerso en una guerra, sometido a la invasión de un país vecino, a ver cómo se come eso y qué consecuencias tiene toda esta tontería; a mí que no me vengan con la mandanga de que hay que defender la patria porque por mí se la pueden meter por el culo por tiempos y les ofrezco un mazo para ayudarse. El objetivo del régimen ruso es despanzurrar Ucrania para yugular cualquier veleidad expansionista de la OTAN, o sea de los USA, más allá de lo que una súperpotencia militar como Rusia considera aceptable, sobre todo después de que le metieran el gol por toda la escuadra antes citado. Corre el rumor de que a Putin Ucrania se la finflaba totalmente hasta que la OTAN ha venido a tocarle las narices pero no es cierto, desde hace muchos años el régimen ruso está empeñado en anexionarse el país; ya se ha anexionado la Península de Crimea y estaba trabajando para quedarse con Donetsk y Lugansk, el Donbass, que ahora conoce todo el mundo, incluido yo, pero que hasta el momento nos sonaba más a un defensa central del Shajtar Donetsk, o como se escriba. Otro aspecto interesante en esta movida es el papel de China, un país que en teoría es una dictadura comunista - sí, sí, ya sé que China se parece a un país comunista lo que un huevo a una castaña -, no como Rusia, aunque a los nostálgicos de la URSS les parezca otra cosa. El papelón que tiene China es de frenopático porque por una parte no puede dejar escapar la ventana de oportunidad que se le abre con el aislamiento internacional de Rusia ya que esto echa al mercado de la federación rusa a los brazos amantísimos del gigante oriental, y eso es pasta pero por un tubo; pero por otra parte tampoco puede enemistarse con los países occidentales de la órbita estadounidense porque pierde un pastizal aún mayor. Como ven todos son motivos de fidelidad ideológica inquebrantable - es ironía -. Así que ahí van, a ver si capean el temporal, la guerra dura poco, el bloqueo internacional dura mucho y ellos van haciendo caja a diestro y siniestro mientras sonríen mansamente; el mundo es de los chinos, te pongas como te pongas. Y finalmente está el movidón de los pepinos nucleares, que ahí hay peligro pero del bueno, ya que la OTAN se ha envalentonado y está enviando tropas a sus colonias europeas cercanas al gigante ruso, que igual se mosquea y le da por apretar el botón rojo de la destrucción masiva. Esto lo tiene todo el mundo claro, que una vez apretado el botón aquí no hay ganadores y todos perdemos, pero si le retuercen mucho los huevos al ruso se puede liar parda, a ver hasta donde aprieta Estados Unidos y hasta dónde aguanta Rusia, pero por ahora la cosa está peluda, amigos.
Las guerras no se paran dando abrazos, besos y lanzando margaritas, ni los psicópatas asesinos que las provocan se retractan porque les digas que los amas con todo tu corazón y así los dejas descolocados porque lo más probable es que te descerrajen dos tiros, por gilipollas. La guerra solo se detiene cuando hay un vencido y un vencedor, no antes. En una guerra quienes hablan son las armas y quienes mueren son las personas. No hay más imbécil que el que ignora todo esto en base a no se sabe qué delirios patológicos. Recuerden que enterrar la cabeza en la arena te protege el cerebro pero expone tu culo y siempre hay alguien dispuesto a patearlo. La decadencia de Occidente se manifiesta, y digo que se manifiesta, en esta izquierda cuqui, buenista, feliciana, carente de conexión estable con la realidad y que vive en un mundo onírico para-lelos donde vuelan unicornios rosa que se alimentan de algodón de azúcar. Parece mentira que se nos haya olvidado cómo fracasamos estrepitosamente con un tal Adolf Hitler, no sé si les suena, pues empezó anexionándose Austria para continuar invadiendo Polonia y llegó hasta los Pirineos. Para mandarlo al carajo hizo falta una guerra mundial que duró seis años y acumuló millones de muertos. Si seguimos con las mismas idioteces que entonces recogeremos la misma cosecha. Ustedes verán lo que hacen pero a mí no me metan en sus movidas, que sus putas patrias me la traen floja.
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