CRIPTOBROS
Argentina ha ido un paso más allá, no en vano es el país más "occidental" del cono sur americano, y ha elegido como Presidente de la República a "eltontolpueblo", son así los hermanos argentinos, hay que quererlos como son. Que un "criptobro" gobierne un país dice mucho de cómo está la situación política en ese país, de hecho en Argentina se vieron en la tesitura de elegir entre votar al "tontolpueblo" o a un tipo que había arruinado el país creando una hiperinflación galopante y una corrupción generalizada y, claro, salíó "eltontolpueblo". A Javier Milei - ¡Viva la libertad, carajo! - le ha dado por hacer libres a sus "criptobros" con una "criptomoneda" denominada "#Libra", "#Libra-te-de-tu-dinero-pringao". Y ahora los "criptobros" quieren rebanarle las gónadas con un cuchillo oxidado porque los ha dejado como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando, y vaya que cacarean por las redes sociales, haciendo gala y difusión de lo tontos que son y reconociendo que Milei les ha metido un gol por toda la escuadra y con la mano de Dios. Una cosa hay que reconocerle a Javier Milei, que está cumpliendo punto por punto su programa electoral, aquel que presentó a sus conciudadanos para que le hicieran Presidente, que como diría el filósofo: "no es cosa menor, o dicho de otra manera, es cosa mayor". Ruge el león y en sus fauces cuelgan despanzurraos los "criptobros" con los bolsillos vueltos y la mirada perdida en el horizonte infinito e inalcanzable. El sueño de la libertad. Es el mercado, amigo. Sinceramente, no seré yo quien llore por la desgracia que sufren los "criptobros", que se jodan. A ver, los "criptobros" van a ver si pillan sin doblar el lomo, es pura especulación, o lo que es lo mismo, economía no productiva, no aportan nada a la sociedad, solo trincan. Pues mira, que les den. Su adorado Milei es un anarcocapitalista de manual y va a lo suyo, que otra cosa no pero coherente lo es un rato largo, y lo suyo es que el mercado se autoregula y vaya que se autoregula. Lo primero que hace el mercado dichoso es echar lastre, librarse de los más débiles porque como en la selva opera la ley del más fuerte y a quien se queda en el camino no le deja ni las migajas, es considerado morralla y desecho de tienta, punto. Pues eso les ha pasado a los criptobros, que el mercado les ha dado de su propia medicina en dosis de caballo para que lo gocen y disfruten en sus carnes de los beneficios que predica su ideología, lo que resulta incoherente es que se quejen, deberían alegrarse.
El capitalismo es un sistema depredador y darwinista cuyo único freno radica en el Estado, de manera que cuanto más Estado menos depredación y darwinismo social. La clase obrera debería ser consciente - vale, primero de ser una clase y ya les digo que la cosa está difícil - de que entre nosotros y el mercado solo está el Estado como salvaguarda, valladar y protección. Abandonados a las leyes del mercado somos como los "criptobros" de Milei, unos cascarones de nuez en medio de una tormenta en el océano. Solo por el interés propio de no fenecer abandonados a nuestra suerte deberíamos, al margen de orientaciones ideológicas, unir nuestros esfuerzos en fortalecer el Estado, los Servicios Públicos y los Estados del Bienestar porque en ello nos va la vida. Y si no se lo creen, pregunten a los "criptobros" de don Javier Milei, a ver cómo les ha ido en el baile de la motosierra que tanta gracia les hace, que así seguro que se les aclaran las ideas.
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