EL REARME

Se vienen cositas. Por si no teníamos bastante con la inflación, el precio de la vivienda, la infrafinanciación de la sanidad, la educación y la dependencia, la sostenibilidad del sistema público de pensiones y las Danas, ahora se nos viene encima el aumento del gasto en defensa. No se les ha ocurrido otra cosa a nuestros representantes políticos en la UE que, ante la dejación de funciones del Imperio desde que Trump es emperador, darle grasa a la máquina bélica por si acaso Putin decidiera lanzarnos pepinos explosivos. Todo esto, para más Inri, sin propósito de crear un ejército europeo, ni de salir de la OTAN, ni por supuesto decirle al Imperio que se lleve sus bases militares, que ya nos apañamos nosotros. Incluso Alemania, que era paladín de la austeridad presupuestaria hasta antes de ayer, se ha venido arriba y dice ahora que mano ancha y grifos abiertos al máximo. Y Francia, que no quería saber nada de estas cosas porque con sus pepinos nucleares tiene bastante para sus cosas, ha visto el cielo abierto para sus empresas armamentísticas y ya está haciendo caja con la grandeur. En España, que is different, la cosa hay que debatirla porque ni en el Gobierno hay consenso y la oposición, si es que hay, no tiene intención de "salvar al Perro Sanxe" ni en esto, que a priori sería de su negociado.

En este tema he de confesarles que no tengo una postura clara. Por una parte, teniendo en cuenta que salvo prueba en contrario el dinero no crece en los árboles, yo estoy en contra del incremento del gasto militar si esto es en detrimento del gasto en mantener y mejorar el estado del bienestar; pero, por otra, es cierto que en Ucrania no han podido elegir y se han dado cuenta a base de hostias de que el estado del bienestar no se defiende con abrazos. Un buen amigo, David se llama, siempre ha dicho que: "los derechos conseguidos se defienden a bombazos" y les aseguro que es poco belicista. Es la manera moderna de recuperar aquella máxima latina de "si vis pacem para bellum" (si quieres la paz, prepárate para la guerra) del Imperio bueno, el romano. Es evidente que hasta el momento, y bajo el paraguas de la OTAN, en general en Europa le hemos sacado las mantecas al Imperio USA y le hemos confiado las cosas de la guerra, como si fuera el sheriff del pueblo, mientras nos dedicábamos a nuestras cosas del comer, que también son importantes. Ahora el sheriff, que se ha vuelto naranja y un poco bastante nazi, dice que rompe la baraja y que ya no va a pagar la dolorosa, que a ver qué hacemos. En esta coyuntura, pues ni contigo ni sin ti, no podemos mandar al sheriff a pastar porque nos quedamos indefensos, ni podemos darle por su comer sin contrapartidas porque nos arruinamos y sí, tendríamos un ejército tocho, pero una población muerta de hambre. En definitiva, que en el punto medio está la virtud, vamos a ver de dónde sacamos la panoja para tener una defensa militar solvente y que Putin no se venga arriba, pero que nos quede una reserva para mantener y si pudiera ser aumentar el estado del bienestar, lo que viene siendo la tesis de la cuadratura del círculo. 

Seguramente, aunque ya les digo que de este asunto de lo militar no tengo ni idea, lo más acertado, o lo menos gravoso, sería crear un ejército europeo mantenido entre todos a pachas. Claro que para eso habría que ir a los generales de cada ejército a venderles la burra y no los veo yo muy proclives a primera vista. Pero, bueno, en España tenemos a don José Luis Rodríguez Zapatero, que es un negociante de reconocido prestigio, de los que venden neveras a los esquimales - perdón, perdón, a los inuit - y tal vez por ahí podríamos ver si hacemos algo. En fin, no sé, miren a ver, hagan un propósito, hombre.

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