TIRITITRUMP
Los votantes estadounidenses, completamente enajenados o profundamente estúpidos, elijan ustedes, han dejado al mando de su país a un completo imbécil y ahora van a "disfrutar" las consecuencias. Algún ser humano, tal vez alguien cercano, dijo que si hay un idiota en el poder quienes lo votaron están bien representados; a mí me suena a Groucho Marx. Pero, los habitantes del resto del mundo, que no hemos podido votar al idiota naranja y que ya tenemos bastante con lo nuestro, también vamos a sufrir sus gilipolleces. Al hermano malo de Naranjito, El Gran Wyoming dixit, no se le ha ocurrido otra cosa que imponer aranceles al comercio internacional, que es más o menos como una declaración de guerra. Esto demuestra dos cosas: una, que Donald Trump es más tonto que Clavijo, que se cayó de espaldas y se rompió el pijo; y dos, que el capitalismo global ha entrado en una fase autodestructiva que, tal vez, abra la puerta a un nuevo sistema económico. No, si al final, Karl Marx tendrá razón en que para destruir el capitalismo basta con dejarle suficiente cuerda para que se cuelgue él mismo.
La delirante y esquizoide deriva económica de la administración estadounidense ha producido un efecto positivo, aunque inesperado, en el ámbito político: el desnorte de la extrema derecha. Se fueron muy contentos a aplaudir al emperador en su ceremonia de entronación, pensando que les iba a dejar caer algunas migajas de su mesa, pero al final los ha crujido a aranceles, igual que al resto. Ahora se ven en la tesitura de tener que combinar su acendrado patriotismo con apoyar a un tipo cuyas políticas económicas perjudican notablemente los intereses de sus países. Es sabido que Roma traditoribus non praemiat, en todo caso los pasa a cuchillo, y aquí paz y allá gloria. Patriots, se llaman, así en inglés, la lengua del imperio, los autodenominados patriotas europeos aunque, no se dejen engañar por el término, son patriotas de sus respectivas patrias no de la UE como entidad política. Uno de los ejemplos paradigmáticos de este sindios es nuestro patriota con morrión, Santiago Abascal, el líder de VOX, que se fue a Washington con su traje de los domingos, por supuesto dos tallas menos de lo que necesita, y Trump lo ha dejado en calzoncillos. Ha pasado de defensor de España, faro de Occidente y martillo de herejes, a encargado de negocios de los USA en Madriz. A lo mejor al bueno de Santi esto le parece un ascenso por aquello de que es mejor ser cola de león que cabeza de ratón, pero en todo caso ahí lo tienen, ejerciendo feliz de mamporrero imperial. Doy por hecho que la fanzone voxista aplaudirá con las orejas todo lo que haga su amado líder, que es lo que hacen todas las clac de todos los amados líderes, pero quienes votan no por convicción sino por sus intereses deberían darle una pensada y reflexionar sobre qué beneficios obtienen de votar a quien va en contra de sus bolsillos sólo para que el emperador le mire a sus ojos, diciendo su nombre o casi, que le llama "Obescal".
Peor les ha ido a las islas Heard y McDonald, propiedad de Australia, que les han caído aranceles del 10% pese a que en ellas no se ha detectado actividad económica alguna porque sólo están habitadas por pingüinos y focas. Al menos esos animalicos tienen la conciencia tranquila porque no han votado a mamporreros serviles del imperio. Nosotros, en cambio, somos mucho más tontos que los pingüinos y las focas, y no les digo más de nuestros hermanos argentinos que han puesto a cargo del país al palanganero mayor del emperador, capaz por sí mismo de llevarlos a la ruina, pero aún así se esfuerza más para contentar al amo a cambio de recibir menos latigazos. El espejo en el que se mira "Obescal", su ídolo, nuestra pesadilla, "Tirititrump".

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